viernes, 21 de junio de 2013

Y luego que hubo anochecido,se le entreabrieron los ojos. Oh, un poco, muy poco. Era como si quisiera mirar escondida detrás de sus largas pestañas.
A la llama de los altos cirios, cuantos la velaban se inclinaron, entonces, para observar la limpieza y la transparencia de aquella franja de pupila que la muerte no había logrado empañar. Respetuosamente maravillados se inclinaban, sin saber que Ella los veía.

Porque Ella veía, sentía.

Pedacito inicial de La Amortajada
María Luisa Bombal.



p.d: PORQUE ELLA VEÍA, SENTÍA...

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