miércoles, 19 de agosto de 2015

Legado

Ya no puedo más andar, son las lágrimas mis únicas compañeras.
Que este mal me lo tengo que tragar sola, sola y con ellas.
No encuentro la forma de alivianar la carga pesada, la vida sin rumbo
que sé nadie más comprenderá.
La saliva que corre y corre jamás se secará,
la hierba tierna, dulce y hermosa de mis ojos siempre se reirá.
No hay perdón divino, ni hay corazón palpitante,
solo higos secos y pies cansados, agobiados, calcinantes
de mi alma cual pena merodea por sepulcros
así es mi vida, de junco en junco.


martes, 18 de agosto de 2015

¡Por qué siempre!

Siempre lo mismo, la misma mala cuea, la misma necesidad de humillación del entorno. Parece que ando buscando lástima cuando en verdad lo que necesito es todo lo contrario. Es una verdad insondable que cuando un aspecto va bien en la vida, algún otro, necesariamente, tiene que estar en el infierno mismo. Ahora, cómo cresta lidiar con tanta estupidez que solo crece en la cabeza? Se pueden eliminar de raíz las autodestrucciones complejas que se forman vía neuronal y emocional? Es posible que esto cambie? Me he hecho esta pregunta por lo menos hace 10 años intentando sacarle tras vuelta y vuelta alguna pista, alguna señal que me lleve a poder resolverlo, pero al final es el mismo círculo asqueroso del eterno retorno.

martes, 4 de agosto de 2015

Cuando agosto era martes 4

Tengo tantas cosas encerradas en las costillas y no sé cómo sacarlas para que no me provoquen más hipo. Intenté explotando verdades por la boca, vomitando palabras y arrojando garabatos chilenos acorde a la rabia que tengo conmigo misma, pero no resultó nunca. No sé cómo mandar lejos las verdades/mentiras que tengo en el pecho. No sé cómo borrar la imagen mental que tengo de los espejos, de los charcos plomos de tanto smog en Santiago, de las vitrinas del Megasalud en Rancagua, del reflejo de los lentes de sol. Empieza a desgarrarme las entrañas, a revolverme el estómago cada vez que viene la sensación de ahogo. Es que no sé cómo desdoblarme de mí misma, desligarme de esta porción de carne maltrecha.