miércoles, 5 de junio de 2013

Así es la vida...

Soy una convencida de que cuando las cosas van saliendo bien, cuando uno cree que todo está en equilibrio, llega una cosa que tira al suelo todo lo que nos ha costado construir, y con ello, llegan todas las cosas malas juntas.
Lo digo por situación precisamente en trámite. Resulta que uno piensa tener las cosas en un equilibrio, en un balance perfecto, en una cuadratura imaginaria que no sale de sus límites.
Es una ecuación equivalente la que uno quiere mantener, que el resultado siempre dé 0, que no haya diferencia. Ni siquiera pido que la balanza me favorezca del todo. Y llega, sin pensar en lo que pueda arrebatarte, toda esa ola de marea roja gigante, toda esa putrefacción inmediata después de un naufragio. Llega sin misericordia alguna, se planta y te mantiene en ese valle de sombras gigante.
Una tras otra. Montaña tras montaña. Laberinto y más laberinto...

¿Qué hacer?
¿Perder la cordura?
¿Qué se hace cuando uno piensa que la marea lo va a ahogar?
¿Qué se hace cuando llega uno, tras otro, tras otro, tras otro?

Si no tuviera fe, creo que estaría destrozada.
Ayúdame, Dios, porfavor.
Yo trataré de dar la mejor cara... afrontar de la mejor manera todo....
Mi vida en sepia...
Al mal tiempo buena cara (ni tan buena, pero se hace lo que se puede jajaaja)
p.d: las pds. hoy sobran...

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