"Si yo te muestro el
cielo con sus estrellas y tú no tienes el poder de las distinciones, vas a ver
un cielo muy distinto al cielo que tú ves cuando tienes esas distinciones. En
otras palabras, si yo salgo a mirar el cielo contigo una noche y no sabemos
nada de astronomía, los dos vamos a mirar el cielo y vamos a ver puntos a los
que les vamos a llamar estrellas, pero si yo soy un astrónomo y converso
contigo y tengo distinciones y te hablo de las constelaciones, de los planetas
y de los satélites, tú vas a empezar a ver con los mismos ojos que tenías antes
un mundo que antes no podías ver y eso lo produce el lenguaje a través de la
capacidad de distinguir, que es un elemento fundamental. Nos permite acceder a
un mundo que antes de tener esas distinciones no veíamos.
Ocurre que nosotros
creemos que todo el que tiene ojos ve lo mismo y no nos damos cuenta de que lo que
uno puede ver depende del mundo de intenciones en el que vive y eso es lo que
hace que las culturas sean tan importantes […]. El lenguaje nos constituye
mundos y cuando ese mundo que hemos constituido lo tenemos enfrente, creemos
que todos los demás van a ver el mismo mundo que yo miro. La diferencia con que
miramos el mundo la constituyen los diversos aspectos lingüísticos en que
vivimos. No es el único elemento determinante, por supuesto que hay otros, pero
es un elemento esencial."
( Extracto de la entrevista al Dr. Rafael Echeverría , El Clarín de Buenos
Aires)
p.d: Mundos! mundos bajo tus pestañas....
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