Apareció danzando entre los grises rostros cuando menos lo
esperaba, casi como un carro alegórico y dando trémulas pisadas, la mágica
amabilidad de tu sonrisa. Junto a ello desapareció mi tristeza y olvidé por
completo el desastre en el que me convertí; ese minuto de gloria hizo que mi
vida recobrara sentido y que por fin riera para otra persona.
No había encontrado la imagen precisa para este relatito, pero después de ver este corto, lo supe :)
p.d: un par de años desde este mini mini cuento >.<
de acá me salieron las ganas para el blog ajajaja :)
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