A veces creo que es muy cierto lo que dice mi mamá: No pongas tu confianza en los hombres (hombres-mujeres). Porque, siendo honesta, siempre pongo expectativas en el entorno pensando que la gente siempre actuará según lo mejor para quienes "quieren" o para quienes le rodean, esto para un bien común y tranquilidad con algo tan sencillo como la preocupación por los demás. Me equivoqué rotundamente y siento que es muy tarde para remediarlo. He esperado largos días, caudalosas horas, extenuantes segundo mirando cualquier medio que pidiese traerte a mí, el sonido de la chapa en los departamentos aledaños me dio las esperanzas de que te vería atravesar la puerta en algún momento, las esperanzas de que oiría el tono y sería tu nombre el que aparecería en la pantalla. dejaba todas las redes abiertas para ver si aparecía tu nombre por alguna parte, y no. Cuando más te necesité, menos estuviste presente; cuando más me aguantaba las lágrimas en la garganta para hacerlas brotar con tu voz, menos estuviste de frente; cuando más llegaba a la casa esperando tu aroma en el ambiente, menos estuviste, menos estuviste.
No hubo llamadas, no hubo recados, no hubo cruce de palabras en esta habitación desde hace mucho. Me abandonaste y te fugaste con la primera libertad que se te enredó.
Ahora me doy cuenta de que debí restarte importancia cuando pude, cuando tuve la opción entre las manos y me convertía en la moira de este hilo
¿Es que no estuve ahí lo suficiente para ti? ¿ no estuve las veces que más me necesitaste, no dejé de lado mis deudas y encargos por servirte?
Me equivoqué. Lo peor de todo es la culpabilidad que siento ahora cuando debería tener otro sentimiento dentro. Y resulta que sé que me voy a seguir equivocando, sé que voy a seguir cayendo, cediendo. Todo vuelve, todo gira, y volvimos al mismo punto donde hemos estado estancados la mayor parte de este tiempo.
p.d: así es, dejé de importarte.
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