jueves, 20 de marzo de 2014

Hazlo

Reposa tu nuca en mi regazo.
Déjame acariciar la corona florida que te cubre.
Mantén tu mano apoyada contra la mía, 
para así conectarme contigo como antaño.

Ahora desliza los dedos por entre los míos.
No dejemos que esta vez se nos vaya.
Aunque sea en este sueño quiero mantenerte,
eterno, etéreo, simple, como si no hubiera daño.

Es momento de que me cubras, que me rodeen tus brazos.
Pon tu mano en mi rodilla.
Deslízala suave bajo el enagua y percátate de lo que
aún no se ha marchado.

Que es tarde, que hace sueño.
Que me voy, que te dejo.
-¡No te vayas!- ¿Soy yo gritando,
o es mi corazón desesperado?

Junta tus suaves mejillas con las mías.
Como en invierno, como con la lluvia.
Quiero tenerte cerca, mojados, así, como antes...
antes de que todo se volviera un caos.

Sube las manos, déjame mirarte.
Déjame reposar tu camino agotado.
Toma la esfera cósmica y júntala con la tuya,
que ambas se vuelvan un fulgor desterrado.

Es muy tarde, ya se alejan las estrellas,
las fugaces, las supernovas.
Ya se marchan los dulces minutos en los que poseerte pude,
mas no mirarte, por que en ellos mi corazón se hunde.

¿Es una despedida? Quizás es un beso.
Un beso que nunca será otorgado.
Te imagino y no insisto, quiero hacerlo, pero no me encapricho,
por que sé que en el fondo tu alma rehúye.


p.d: hazlo.

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