miércoles, 3 de octubre de 2012

Añoranzas Juveniles-[Seniles]

La verdad quería empezar esta entrada con la canción "París" de La Oreja.... pero, se me vinieron a la cabeza tantos recuerdos.

Ven, acércate. Ven y abrázame....
¡Vuelve a sonreír, a recordar París,
a ser mi angustia!
Déjame pasar una tarde más.
Dime dónde has ido; dónde esperas en silencio, amigo:
quiero estar contigo, regalarte mi cariño, darte un beso, ver tus ojos disfrutando con los míos.
Hasta siempre. Adiós, mi corazón.

Y es que el extracto me enerva hasta los huesos. Volver atrás, sentir casi de memoria las vibraciones del bajo sobre mis hombros, la tensión de las cuerdas vocales gritando a todo pulmón por libertad, la sangre corriendo hervida por las arterias pegadas, inminentemente, al órgano bombeante.

Yo creo que si en una de esas se te ocurre decirme cuéntame al oído, muy despacio, muuuuy bajito me erizaría tal como las golondrinas al darse su baño matinal con el agua fría y sucia de Santiago.

Cuéntame al oído si es sincero eso que has dicho, o son frases disfrazadas esperando solo un guiño (?)
Nos encontramos sin querer y tratamos de volar sin sentir miedo. Cada fallo, cada imprecisión, cada detalle: todo bajo control. Cada acierto, cada aproximación, cada escena bajo supervisión. Nunca nos permitimos reconocernos, porque ya era muy tarde cuando intentamos apegar nuestras manos. Ya estaban unidas ancestralmente.

Cierra la puerta, ven y siéntate cerca, que tus ojos me cuentan que te han visto llorar...llenamos las copas, al final, con un millón de recuerdos e historias....y nuestras manos sí tiemblan cada vez que nos escuchamos hablar.

Y finalmente, la última canción que más me llenó me hizo gritarle al mundo que me callo porque es más cómodo engañarse, me callo por que ha ganado la razón al corazón, pero pase lo que pase y aunque otro me acompañe, en silencio te amaré tan solo a ti :)

p.d: más que una entrada original, un tributo a un grupo que llenó mis tardes quinceañeras (atrasadamente, porque antes no me sabía su nombre). Un tributo porque la nostalgia me hinchó hasta poder escribir algo sobre los tres primeros discos de La Oreja de Van Gogh. Ver como se nos pasa la vida, cómo se nos pasan los años, cómo crecemos sin darnos cuenta. No pensamos cuando nos volvemos el gris del común denominador de las calles. Pero si hay algo que todavía me hace sentir una cabra chica, es escuchar esta música, aunque sea muy pop*. Dejo un millón de saludos a los poquitos que se dan el tiempo de leer a esta principiante que solo quiere desembrollar esa madeja de lana tan difícil de la cabeza. Y en un día de estos (en que suelo pensar) se me ocurrió recordar los desbaratados recuerdos que mi memoria guarda.

1 comentario:

  1. Recuerdo que me obsesioné con la Oreja cuando tenía 12 años, estaba en séptimo... recuerdo perfect. Tenía un cd compilado con canciones de ellos y me lo sabía de memoria en ese orden... por eso cada vez que escucho una canción de la oreja la voy asociando a otra wuahjahja me trae muy lindos recuerdos... besitos.

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