No tengo ganas ni siquiera de escribir y me veo en la obligación de hacerlo, por que no hay otra forma de desahogarme cuando estoy en un pozo que yo misma he armado.
Me carga ese ánimo que tienen todos para hacer planes e incluirme sin preguntarme.
No quiero poesía hoy, solo quiero soltarme. Hasta las falanges me están fallando, se me pegan tiesas defendiéndose de un fluir de la conciencia que llevo apretado contra el pecho hace días.
Me carga sentir que estoy muerta, me carga sentirme ausente cuando hay cien mil personas que me miran como una bacteria, que me llenen de preguntas sobre temas de los cuales no quiero echar memoria atrás.
Me enferma, realmente mucho, ser la que lleva la contraria. Ser la que tiene frío cuando todos tienen calor...la que tiene una ansiedad incontrolable mientras los demás disfrutan de un auto-control admirable, me carga no tener la cabeza donde debe ser, andar pensando puras tonteras sin sentido; auto-masacrarme con imágenes que, extrañamente, primero me llenan por el valor de su luz...pero luego me pisotean como cuando yo lo hago con una araña que tuvo la mala fortuna de caminar por el piso.
Pucha que me carga el dieciocho.
Me carga ver caras cínicas que llegan a "disfrutar" de la "fiesta patria" y que ni tienen idea en los cimientos putrefactos en los que la actual sociedad ha basado su "cordura". Me carga la mala vibra que trae la gente que porula alrededor del lugar.
Me carcome la vida ser tan fome y no entender ni adentrarme en el goce que los demás profesan.
Estoy cansada...leo "El Extranjero" (mayúsculas de importancia) y Camus me deja aún más depresiva.
Aburrimiento.
Hoy quiero soñar algo que me transporte. Como que me hace falta un reset* o algo por el estilo, porque ya no quiero más.
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