Cuesta arriba las cosas se tornan huracanes
impenetrables de razones imparables
que me buscan, me asechan,
en sus afanes
logran que la luz aminore, se decante.
Cuesta entender el camino a recorrer
lleno de espinas, de temores,
quebrajando el espíritu,
cortando toda vitalidad
sin contar
las cuestas que no sé si he de alcanzar.
Las rodillas se cansan, la espalda comienza a arder,
llena de deseos profundos a esconder.
Levántate sol y pon otro día más
para continuar arriba cuesta
que cuesta abajo será
el precio que cuesta entrar.
p.d: tengo nueva mira.
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