viernes, 18 de noviembre de 2016

Caída libre

Se fugó para siempre, no quería recordar más el pasado. Tomó una chaqueta vieja y amplia que la protegería de la interperie. Lo demás no le importaba. Dio un cariño más a su fiel compañera durante 5 años. Tomó un vaso con agua para suplir la falta de tan necesario elemento en su cuerpo producto de la eyección simultánea y rápida. Un sollozo al final. Una quejumbre. Luego silencio. Se abrió al vacío y esperó a que llegase el aire nuevo, limpio, renovado y lleno de hojas. Nunca se imaginó que tal no sería dicha. Escuchó la puerta tras de sí y navegó impulsada por una fuerza gravitatoria inconmesurable. El mundo entero la llamaba, la seducía, la atraía sin control. Se abría paso a nuevos extremos. No pensó que este paso tan grande podría terminar en caída libre.


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