sábado, 23 de agosto de 2014

Kilómetros invisibles

Llovía, no solo afuera,
se despidieron
agridulcemente
y con eso los kilómetros,
invisibles,
lograron desaparecer.
No hubo instancia,
no hubo oportunidad
para un minuto
de paz;
las palabras fueron
una especie
de veredicto final.
El sonido del tejado
dejó entrever
que las lluvias,
esas
de antaño,
nunca pudieron ser.
Es el final
una apología a este día,
una rosa marchita,
una taza vacía,
un recorte de voces,
una falsa
respuesta
entre dos perdedores.


P.d: para que nunca más...

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