miércoles, 20 de noviembre de 2013

Acontecimientos inesperados

A veces a nuestras vidas llegan oportunidades, momentos cúlmines de tantos tropiezos incoloros que aparecen en cadena durante períodos largos. Personalmente, este año habría pasado tan piola e igual que otros años, de no ser porque se me presentó un camino de dos vías bien interesante. Primero pensé que era mentira, que ese camino no podía enfrentarme tan seguro,ni que me estuviera hablando con verdad, después me di cuenta de que para comprenderlo y poder encaminarme en él tenía que dejar de auto-engañarme y, sencillamente, dejarme llevar por esas olas tan fuertes que seguí conscientemente.
Y creo que ese fue el punto: dejé de auto-engañarme. Si no fuera por ese destape del velo que tenía en los ojos, creo que nunca habría llegado a este momento en el que me doy cuenta de que viví engañada mucho tiempo. Tal vez ya sea hora de enfrentarme a las verdades reales y no a las que yo misma inventé en su momento para que las cosas no dolieran tanto. ¿Hasta qué punto tendré que seguir desenrollando esta madeja, Dios mío?


"Hace mil años tal vez..."
Foto maaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaala.



p.d: "Debo admitir que todo es muy distinto sin ti" y los agradecimientos especiales a la Rue Morgue por recordarme que sigo siendo una cabra chica intentando sobrellevar las cosas como una pseudo-mujer-a-medias.

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