viernes, 12 de abril de 2013

Tímida a veces...

Ella era tímida,

tan tímida

que al mirarla,

todo en ella

temblaba

así como

gelatina,

mientras que

al mismo tiempo

su rostro

de pena palidecía;

pero por exraña

que fuera su actitud,

las cosas tomaban

un giro distinto cuando

se desvanecía la luz.


Rourke Boada

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