domingo, 20 de enero de 2013

Luna de Miel

Hoy, después de dos días contigo en esa isla de asfalto, quería decirte lo maravilloso que es sentirte tan cerca.
Hoy, luego de horas de nuestra última mirada, quería contarte que todavía está fijada en mi pupila la imagen de la ventana que me mostró eso que llevas dentro.
Hoy te siento en cada espacio, te busco en cada rincón como si no fuera a encontrarte nunca más. Has dejado ese gusto a seguir pillándote detrás de la puerta corrediza que separa muchas veces nuestros desvelos. 
Hoy me siento distinta, me siento llenita, me siento mezclada con tu pintura tan blanca, cristalina, tan pura que no puedo distinguir mi color del tuyo. Nos unimos en un baile ancestral sin sentido [que cobró luego, claramente, el sentido]que terminó por entrelazarnos eternamente en nuestras manos cruzadas por nuestros dedos sin fuerza, después de desgarrarnos entre abrazos tiernos y revolcarnos en miradas furtivas.
Hoy, luego de un día de tu ausencia, te busqué en mi lecho como nunca antes te buscaba, con desesperación, con impaciencia, con el ahínco de encontrarte oculto entre mis brazos de nieve. 
Hoy no hubo sueño, pero hubo redención al recrear tus manos sobre mis hombros, tu boca frente a la mía y tus palabras que me susurraban en un lenguaje amatorio letras que juntas me decían las cosas que anhelaba escucharte.
Hoy, al pasar este día [al  fin], supe que nos amábamos, que nada en el mundo podría detener el torrente que iniciamos sin querer.


Ven. Entra. Está permitido :)


p.d: parece que estoy enamorá'.

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