martes, 3 de junio de 2014

Querer a veces

Querrás sentir el frío, el calor, la humedad,
la suave brisa emanada del hálito vivo;
no podrás volver atrás, no podrás sentir ya
la prueba mortal en los labios de Adán.

Querrás tocar la seda, las pieles de terciopelo
y las fervientes manos erizando tus rincones:
no habrá más que nieve, que invierno,
nada más que tus electrizantes deseos.

Y llegarán los días con ese sol tibio,
ese que toca apenas la ventana,
llegarán las mañanas en las que recuerdes tocar el cielo,
llegarán los atardeceres en los que mi voz ya no resuene,
en los que los pájaros ya hayan empinado el vuelo,
el momento mortal en el que toque el puntero del reloj
y ya no haya hora para vernos.

Querrás decir mucho, pero no habrá tiempo,
querrás beber de la copa, pero estará vacía.
Será como fue la historia siempre,
pero esta vez serás tú quien la cuente.


p.d: ni yo misma me lo creo

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