Una Primera Vez como ninguna

Dicen por ahí que siempre existe una primera vez  para todo. Dicen por ahí que esa primera vez debe ser algo especial, algo fuera de este mundo y que nos transporte, cual nave espacial, a lugares insospechados, místicos y únicos. 


Es lamentable que en este país la primera vez esté asociada a algo tan ligero como es el sexo, puesto que debiésemos pensar en las millones de primeras experiencias que tenemos cada día. Si estamos llenos de nuevas vivencias cada momento, llenos de nuevas percepciones ¿es posible que seamos los mismos siempre?, ¿podemos decir que siempre habrá un mismo Juan Castro o Anita Reyes dando vuelta, con su monotonía, frente a nuestras narices?


Yo me atrevo a responder esa pregunta: Sí y No. 
Afortunadamente, existimos personas diferentes pisando la costra terrestre que, llenos de personalidad, esparcimos lo que sentimos; o bien no.


En la entrada PRIMERA de este blog, dedicado netamente a la experiencia, a la aventura y a los torbellinos de esta caprichosa vida, quise relatar [en parte] la vertiginosa apuesta de escribir, quizás para mí misma, quizás para unos cuantos, quizás para ti y absolutamente para Ti.


La idea de escribir nunca me pareció factible, ya que siempre he recibido críticas respecto a lo que con palabras me cuesta expresar, pero quise embarcarme en una madeja de lana para desenrollarle y fibra tras fibra descubrir la magia de las letras. Escribir siempre fue algo que me inculcó mi mamá [ella no se imagina cuán agradecida estoy por ese inmenso regalo], pero supongo que nunca pensó que querría compartir las cosas que pienso; es más, ni siquiera le gustaría la idea. Contaré, pues, que no me creo una escritora, muy por debajo soy apenas una niñita con aires de redactora [cosa que aún hoy no manejo bien] que está jugando a ser grande: mentira. Soy vieja, lo admito. Advierto también que me carga ese lenguaje rebuscado, plástico e inocuo con el que me he topado en otros blogs o tumblrs, acá no lo encontrarás; experiencia, una visión dulce, prosa, poesía y vida es lo que puedo ofrecerte, con mucha humildad.


Esta es mi primera vez escribiendo para este blog y toda esta experiencia nueva me trae un millón de ánimos, un millón de ganas de aprender del mundo y de su gente. La primera entrada de este blog simplemente es el ejemplo vivo de todas esas primeras veces que dejamos de lado, aprendamos a tomarlas en cuenta y a respetarlas, recordarlas y amarlas.

                                               Mi primera vez escribiendo de frente.