viernes, 26 de diciembre de 2014

Cuando sientes que no puedes caer más bajo...

Más abajo del fondo, más arriba que la punta del cerro, más lejos que "La Mierda City", ahí me van a encontrar.


Quiero huir, correr lejos, bien lejos...


domingo, 21 de diciembre de 2014

Curar todos los males

A este tiempo he querido darle un sentido de sanidad. Sanidad mental y espiritual que tanta falta me hace. Ayer pensaba en todos los males que vengo arrastrando, algunos más sencillos, otros más complejos, pero que dañan al fin y al cabo. Dándole vuelta a algunos llegué a la conclusión de ser una persona tan débil, peor que la casa construida sobre arena, llena de vacíos personales que molestan al entorno sin siquiera pedir permiso. Llegué a la conclusión de que tengo que desechar varios sentimientos, varios momentos menguantes que produce  esa sensación de inseguridad estúpida que me persigue. Dentro de ello descubrí una lucha tan pesada entre el corazón y la razón que no pude hacer más que llover. Querer cambiar, querer separar las cosas, querer retroceder un poco o avanzar siempre se queda en lo mismo que acá: palabras. Al final sigo siendo la pendeja que se creía actriz para solucionar las cosas, la incólume testaruda de cuentos mentirosos, la que enviaba cartas con esperanza de respuesta. Y al final siempre llego a la misma conclusión al tratar de curar todos los males: no puedo, no podré. Esperemos que Rancagua me libere un poco de tanto fantasma recaudado este año.




sábado, 13 de diciembre de 2014

Ciclo lunar

Ayer dándole un par de vueltas a ESE asunto, tuve un flashback a momentos muy tenebrosos, momentos que creo que la memoria selectiva fue menguando. Recordar esos parajes tan australes, tan desérticos y poblados de lluvia a su vez me hiceron traer a estos días ese sentimiento de rechazo frente al mundo que arremete constante. Me limitaré a decir que ya me estaba acostumbrando a la idea de la inclusión, que eran tonteras mías las de sentirme de tal o cual modo, no obstante, ahora entiendo que no es posible encajar en un alfiletero que no tiene de esos alfileres de pelotita en sus orillas. Se me fue el aire a las nubes y me di cuenta de que, al parecer, ahí me tengo que quedar por un rato. Hasta que me vuelva un alfiler de esos sin pelotita. Al final, todo sigue siendo un ciclo de vueltas y vueltas en lo mismo. Fin de las transmisiones.


sábado, 6 de diciembre de 2014

Vida

Se me va la vida, el aire, la palmatoria.
¿Qué hacer cuando muere el futuro?
-No queda más que esperar.
-No queda más vida, oh.


p.d: "vuele mi empeño, mi esperanza vuele, la vida mía debió ser horrible, debió ser arteria incontenible, y apenas es cicatriz que siempre duele."

Finito

Y volví al mismo lugar desde el cual partí, con miedo y la hemorragia espiritual carcomiendo las entrañas. El aliento ya no es remedio, ni lo son los pocos besos, ni las madrugadas. Volví al lugar que esperaba.
El retorno, las sensaciones, los puentes olvidados. No hay excusa, ni palabras que mitiguen el silencio. Si tan solo te hubiese hecho caso, papá, no habría pasado esto y sería tierra y polvo en tus comunes incendios.
Por Dios que no hay día que no te piense, ni hora en que te recuerde más amargamente que esta hora, por el cielo que no hay vuelta ni lluvia más áspera que la que llega hasta el suelo.
Vuelve el temor, la falta de base en mis huesos y me satura y envejece, tal como los años pasajeros que tanto miedo tenían de pasar: el daño ya está hecho. Solo te pido que en tu seno mantengas mi recuerdo, no como ahora, como antes de este agrío momento, sin vacilaciones de que aquí dentro se gestó el testamento, el cual selló mis palabras hacia adentro y no me permitió más que esperar este cruel revuelo.


P.d: hasta aquí me quedo.