lunes, 25 de agosto de 2014

Respiro

Sentí las bocanadas de aire, el alivio, la tersa tela que me cubrió por más de 4 minutos. Un abrazo cercano, una sonrisa tenue y ese olor peculiar en mis manos: todo esto junto en una sola imagen. Dejé de callar, comencé a gemir, pero de alegría, de dolor de llaga cuando le pones alcohol, gemí sonriendo y presurosa: encontré una salvación. Decidí cortar una flor, no sin antes dibujarla en un papel, la soplé por la ventana y pedí un deseo: que todo se sienta siempre como esa bocanada de aire, como ese resplandor certero que me hizo descansar y pensar en que todas las cosas vienen a bien, más aún si se trata de ti. No sé que seguirá a todo esto, ni en qué terminará, pero el frescor que entregas cada vez vale cada segundo al cruzarnos.



p.d: haz que yo sepa pronto...

sábado, 23 de agosto de 2014

Kilómetros invisibles

Llovía, no solo afuera,
se despidieron
agridulcemente
y con eso los kilómetros,
invisibles,
lograron desaparecer.
No hubo instancia,
no hubo oportunidad
para un minuto
de paz;
las palabras fueron
una especie
de veredicto final.
El sonido del tejado
dejó entrever
que las lluvias,
esas
de antaño,
nunca pudieron ser.
Es el final
una apología a este día,
una rosa marchita,
una taza vacía,
un recorte de voces,
una falsa
respuesta
entre dos perdedores.


P.d: para que nunca más...

domingo, 17 de agosto de 2014

Pesadillas

En medio de agujeros negros, la circulación  se corta, los nervios se agudizan; pichan los impulsos en cada terminal sináptico, el pensamiento nublado entre mil rostros sin lugar, tengo un placer ineludible, una sed errante, un paraíso guardado, una vida entre hojas. La espera atemoriza y mientras los años pasan todo se vuelve un poco más claro. Un futuro incierto, deforestación cerebral, no encuentro vías de escape, el espacio interminable, los deseos incontables. Lo oculto, lo prohibido haciendo de las suyas y aquí, repentinamente, yo. Filas de camellos volteando sus cuellos hacia el lugar escaso buscan las sonrisas donde solían estar. Pesadillas encumbradas, temores expuestos: lo que en algún momento pensé ha sido promulgado, hecho, visto.


P.d: despertar y hacerlo mal.