Yo no
Pero he sentido de esas ganas pocas de volar, así, bajito, casi a ras de suelo.
Y sí, más que volar, siento ganas de transportarme, lejos, bien lejos, donde la brisa fría congele mi esternón y que con tan solo un resoplido queden secos los pulmones.
p.d: Se acaba el tiempo, se acaba. Para la próxima traigo historias de verdad : )