domingo, 22 de abril de 2012

A la hora de once


El té cada día me sabe más amargo; mis papilas se han desgastado.
Busco el segundo para encontrar tu mirada antes del primer sorbo, quemo mi lengua con tu ardiente indiferencia, sumerjo mis labios en tu poca elocuencia. 
Enfrías mi bebida con tu gélida mirada, desprecias mis palabras con trémulos desaires. 
No quiero comer, solo quiero beber un té que no me sepa a desgracia, ni me deje con sabor a nada. 
Una taza de té debiese mezclarnos, a ti con tu piel dorada en esa bolsita blanca y a mí con el dulzor de los recuerdos de antaño, que guardo en mi memoria por si las ganas o el tiempo nos permiten retomar los sueños y esperanzas, de los que fuimos víctimas muchas mañanas.
El último sorbo y la historia terminó, el pan de cada día volvió a repetirse y nunca terminamos la taza al mismo tiempo.


                                                                ~El té de cada día~

martes, 17 de abril de 2012

Octava

Sigo escribiendo los mágicos versos que emergen de tu boca
sin prestar atención a tus manías recónditas;

sin mirar atrás mi corazón te delata
porque es tu aire, amor, quien de un soplo
me desata;
es tu voz, mi cielo, quien desde una esquina
me persigue, siendo mezquina
me levanta y me deja caer.

No hay revuelo más alegre que tu revoloteo
al transcurrir el tiempo entre las yemas de tus dedos:
el sonido de arenal de tu reloj roto
que no te permite escoger el minuto, ni dar el voto
para devolver aquellos caminos que por tus ojos
surcos de sabiduría rellenan tu enojo;
con mayor arrojo
mis palabras se esfuman.

Pretendo depositar en tus labios una gota;
de tu esperanza tardía plantar una rosa
de mi hombrera delgada, un clavel y un porvenir,
una llama, un velo, que nos permitan  vivir
una vida llena de alivios y transgresión
y que ambos, con calma, congeniemos la unión
de nuestras vidas que en comunión
aprenderán juntas a caminar.



miércoles, 4 de abril de 2012

Por fin!

Pañoleta al cuello, blusa y chaleco.
Botines, chaquetas y ballerinas negras.
El viento sopla en mi frente como susurrándome un fresco cuento,
las nubes me saludan en su estreno; las ventanas me miran empañadas y con mi dedo dibujo un corazón en ellas.

Manto de Nubes que esperaba ¡POR FIN LLEGASTE!
Por fin llegó mi entrega y petición anhelada.

Llegan las narices y manos frías, los abrazos de invierno con una razón extra, las boinas de colores y bufandas de lanilla. Y los abrigos intelectuales que relucen solo lo que pretenden y las calles que claman por calor sucumbidas en los témpanos horizontales.

Los árboles, siguiendo la moda renacentista, se desnudan y mi mundo se vuelve un sueño con sonidos crujientes cada vez que piso el suelo lleno de sus despojos

*Gracias primer día nublado y frío en Santiago!!!!! muchas gracias!!! :)



                                       

                                        Parque Forestal, creo (flickr http://www.flickr.com/photos/0_miradas_0/ )

lunes, 2 de abril de 2012

Eterna Huida.

Belleza ¿por qué insistes en alejarte?
¿Por qué tu mano liviana no quiere rozarme?
Belleza, deja de ocultarte; déjame desentrañarte, déjame disfrutarte antes de que el invierno me diga "CAE!"
Belleza, acércate, sólo necesito un poco de tu cosecha, para que mi aspereza se lime y pulchra se vuelva.
Que tu rostro se vuelva y tus mejillas me toquen. Que el alba de tus cabellos en los míos se torne.


Y la Aurora de tus ojos en los míos resplandezca, que la oscuridad de mi silueta en ti se desvanezca y que mis satíricas pestañas como tus caminos sean.
Ilumíname con tus labios de seda, revísteme de la dorada entereza, envuelve mi ser en una mezcla compleja 
de nácar y pétalos, de espuma y de hiedra. 
Belleza, no dejes mi vida con tu falta, con tu ausencia,
acompáñame, no seas terca, de mi mano sujétate y vuela.
Belleza, belleza, belleza. 
Ven a mí, te lo ruego, no me dejes sin tu delicadeza.